El merecimiento es la creencia personal acerca de obtener algo a cambio de nada o el sentimiento de ser digno de ciertos privilegios. De esta manera, las personas con un alto merecimiento esperarían recibir tratos favorables y esperarían que sus expectativas se cumplieran de manera inmediata.
Una de las cosas más difíciles para muchas personas es aprender a sentirse merecedores. Vivimos en la cultura del esfuerzo. “Tenemos que ganarnos las cosas para merecerlas”, y ésta es la creencia más dañina para tu seguridad y autoestima.
Todos venimos cargando con un montón de creencias limitantes desde nuestra infancia, basadas en lo que nos dijeron, en lo que vivimos, en lo que vimos, en lo que interpretamos, en cómo nos trataron, en cómo nos sentimos tratados, etcétera. Y esta suma va dando forma a lo que creemos de nosotros mismos.
Entonces habría que pensar si para merecer es necesario que dejemos de vernos a nosotros mismos y sólo ver a los demás. No es extraño en nuestra sociedad que las personas, para no sentirse culpables, primero vean las necesidades y deseos del otro antes de ver las propias (si es que alguna vez llegan a permitirse ese derecho).
La consciencia de merecimiento de las personas tiene que ver con las creencias fundamentales, cuya raíz no está en lo que somos, sino en lo que creemos que somos. “No soy digno para merecer”.
Cuando una persona cuenta con una sana autoestima (en equilibrio), es más fácil que se sienta merecedor de una buena vida, pues es alguien que tiene mucho que ofrecer y, al sentir que merece lo mejor y que es capaz de recibirlo, agradecerlo y disfrutarlo, esta actitud, a la vez, aumenta su amor propio.
Empieza a creer todo lo que mereces… Imagínalo, ¡siente esa legitimidad! Toma conciencia de que te mereces lo mejor. Y punto. Sin condicionantes. Sin tener en cuenta tus logros o tus triunfos. Sin hacer recuento de tus éxitos o de lo que has conseguido.
* ¿Qué harías diferente si supieras que te mereces lo mejor?
* ¿Qué te concederías?
* ¿Para qué te darías permiso?
* ¿Qué te regalarías?
* ¿A qué le dirías que sí?
* ¿A qué le dirías que no?
* ¿Qué sería lo primero que cambiarías en tu vida, hoy mismo, si supieras que te mereces lo mejor?
El merecimiento es un sentimiento que se debe cultivar, ya que no pasa por la razón. No se trata de repetir y convencerte todos los días que mereces algo si así no lo sientes, porque sólo así estarás forjando contradicción y confusión en tu vida. Para poder tener certeza sobre lo que mereces, tu merecimiento tendrá que estar en sintonía con lo que sientes. En otras palabras, si no sientes que mereces algo, a pesar que te repitas en tu mente por muchas veces que sí lo mereces, entonces no llegará aquello que realmente anhelas.
Referencia: diferentes artículos en internet.